Narcotráfico en la Argentina «rutas»

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¿Cuáles son las principales «rutas» del fenómeno del Narcotráfico en la Argentina? ¿Cuáles son los caminos de ingreso/salida y modus operandi de las organizaciones criminales en la región y que operan en nuestro país?¿Cómo están compuestos estos clanes?

Estos fueron los principales disparadores que se planteó quelacuentencomoquieran para elaborar esta investigación basada en datos obtenidos de causas judiciales y de estadísticas elaboradas el ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, y teniendo en cuenta, ejemplo, los decomisos que realizaron las fuerzas federales, como ejemplo, Prefectura Naval Argentina (PNA), que tiene una gran injerencia en el combate contra las bandas narcos, sobre todo en el norte de nuestro país, donde estas redes mafiosas utilizan los cursos de los ríos para trasportar su carga ilegal.

«Prefectura ha tenido un crecimiento excepcional en la cantidad de droga secuestrada en el NEA y Paraná. Es muy importante haber profundizado la línea de investigación del ministerio de Seguridad en la lucha contra el narcotráfico». Pero no es suficiente

Existen canales de ingreso de cocaína que busca salida, principalmente, a Europa. Si bien este mecanismo es cada vez mayor ya que los carteles parecieran privilegiar en el tránsito hacia Paraguay y Argentina; aun hoy hay algunos intentos extraer cocaína puertos argentinos con destino al Viejo Continente, como el de las ciudades de Buenos Aires

Solo el año pasado, nuestro territorio pasaron 23.772 kilos de cocaína y 405.693 kilos de marihuana, según los datos que la propia ministra Bullrich aporto a Infobae.

De esa enormidad de drogas prohibidas, el Estado, secuestró el 39,6% de cannabis y el 35,5% de cocaína que ingresó

El resto, fue consumido o reexportado.

Casi la totalidad de cannabis que ingresa a la Argentina procede de la República de Paraguay, el principal productor de Sudamérica y el segundo a
nivel mundial.

La permeabilidad de nuestras fronteras, de aproximadamente 1.240 kilómetros fluviales, con un escaso ancho de canal, favorecen el fluyo de marihuana de ese país hacia el nuestro.

El troncal fluvial conocido como Hidrovía, se transformó en una ruta de tráfico cada vez más empleada las organizaciones mafiosas.

La Hidrovía es surcada en toda su longitud formaciones de embarcaciones denominadas «convoyes» o «trenes de empuje». Son barcazas de escaso calado, propulsadas un remolcador de empuje, en donde cada una de las barcazas mide aproximadamente 12×48 metros y tiene una capacidad de carga de 1.500 toneladas.

El desarrollo logrado en la faz comercial y su crecimiento exponencial no tiene precedentes. Entre 1988 y 2015, el transporte de mercaderías se multiplicó, pasando de 700 mil a casi 20 millones de toneladas al año, hasta superar los actuales 36 millones.

La soja y sus derivados son los productos más importantes trasportados esta vía, seguidos el hierro y los combustibles. Los narcos suelen esconder los panes de marihuana entre esa mercadería legal.

Además de esto, las redes mafiosas se ven favorecidas la gran cantidad de caminos alternativos que convergen en las ciudades, los cuales le sirven como vía de escape si son detectados las fuerza federales o al  encontrarse con un control policial.

En gran medida el transporte de cannabis se realiza a través de camiones. Este medio es utilizado para llevar grandes cantidades de panes prensados ocultos entre la carga.

También se utiliza el trasporte público de pasajeros, esto es micros de larga distancia, aunque esta modalidad se emplea para pequeñas cantidades; otra modalidad utilizada es el trasporte en vehículos de menor porte (automóviles y camionetas).

n estos casos las organizaciones criminales se movilizan –según la experiencia recogida Prefectura- la Ruta Nacional 7 que une las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza, con el vecino país trasandino.

Otra de las vías de ingreso tendría como destino final el abastecimiento de la región patagónica del país.

Por sus características propias, la Ruta Nº 40 en forma conjunta con la Ruta Nº 3 se transforma en la columna vertebral de los caminos viales que conducen al sur del país.

Por esas arterias se interconectan las principales ciudades de nuestra Patagonia y los pasos fronterizos a Chile.

La Ruta Provincial Nº 88 (une la ciudad de Mar del Plata y Quequén/Necochea) y la Ruta Nacional 227 (une la ciudad de Balcarce con Quequén/Necochea) son vías alternativa para el ingreso de estupefacientes.

La narco mercancía, proveniente de las provincias argentinas del litoral (marihuana – Paraguay) y noroeste (cocaína – Bolivia), llega a Mar del Plata y Bahía Blanca (principales centros de consumo) a través de las rutas que la comunican desde Buenos Aires al sur (Autovía Nº 2 y Ruta provincial Nº 11).

Según los trabajos estadísticos de las fuerzas federales, en este caso Prefectura, que también lucha contra el narcotráfico sin descuidar el control marítimo, ejemplo la pesca ilegal en las 200 millas marinas a través de buques extranjeros; los mayores cargamentos de cocaína que ingresaron a nuestro territorio «provienen la República de Colombia, República de Perú y el Estado Plurinacional de Bolivia; ya que son los únicos países del mundo que cuentan con las condiciones geográficas y climatológicas aptas para la siembra y cultivo de la planta de coca con el alcaloide cocaína».

En ese mismo orden corresponde la calidad del producto y en sentido inverso las cantidades ingresadas, es decir que la mayoría de cocaína que ingresa a la Argentina proviene de Bolivia y Paraguay

Las principales rutas que utilizan las organizaciones dedicadas al narcotráfico del clorhidrato de cocaína son vía terrestre transporte, y en menor medida a través del «bombardeo» de bolsones de esa droga desde aviones narcos sobre cascos de estancias y campos.

El producto final que es traficado a través de nuestro país posee diversas características que determinan el uso o mercado al cual se derivará:

-Si la forma de ingreso de cocaína es en forma de tiza –generalmente de 10 a 15 gramos cada una-, el uso que se da es el fraccionamiento mediante el empleo de diversas sustancias de corte (codeína, cafeína, lidocaína, entre otras, según un profundo estudio realizado la SEDRONAR). Una vez «estirada» se distribuye a puntos de venta al menudeo, como bunkers o kioscos de drogas, entre otras modalidades.

-Si la forma de ingreso es panes rectangulares, generalmente su calidad y composición son destinados a mercados extranjeros.

En este punto no se descarta que porcentaje de ese estupefaciente de alta calidad sea destinado a un mercado interno con un poder adquisitivo importante.

Ruta 7, ruta 8, ruta 9, ruta 12, ruta 34, ruta 14, ruta 50, ruta 11. Los Puertos, Aeropuertos y las grandes ciudades.

Las zonas elegidas los narcos tienen una prioridad: aprovechar al máximo el principal beneficio del crimen organizado, la ganancia económica.

Por esa razón, el delito sufre una mutación constante en sus modalidades de tráfico, distribución para evitar ser detectados hasta llegar a los distintos puntos de venta y acceder, de esa manera, a lo único que le importa a estas
organizaciones: los beneficios económicos.

En esos mismos expedientes judiciales quedaron plasmados, a través de las pesquisas realizadas las fuerzas federales, se han detectado un sinfín de modalidades y lugares para la comisión de estos delitos.

A nivel socio-demográfico, los puntos de venta de narcomenudeo se concentran en el área suburbana de las grandes ciudades, es decir en los barrios marginales, donde en las últimas dos décadas floreció esta actividad, sobre todo las carencias y la ausencia del Estado que allí se registran.

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