Si buscas resultados distintos no votes siempre lo mismo. ¿ porque siempre son los mismos?…..

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Me encanta esta frase porque refleja una circunstancia que se da con mucha frecuencia en la sociedad. Ante un determinado problema hay personas que repiten una y otra vez el mismo procedimiento para resolverlo consiguiendo nulos resultados. Puede que lo que hacían antes ahora ya no sirva porque las circunstancias externas han cambiado o puede que simplemente no sea la forma adecuada de solucionarlo. Sea lo que sea está evidenciado que la persona no ha hecho un análisis del problema para descubrir que está ocurriendo.

Lo cierto que estos “mismos de siempre” se van instalando en el escenario de la función pública y en lugar de servir se sirven de ella. Viven una suerte de clientelismo político en dónde promueven un intercambio extraoficial de favores, en el cual los funcionarios o titulares de cargos políticos negocian o regulan la concesión de prestaciones, obtenidas a través de su función pública o de contactos relacionados con ella, a cambio de apoyo electoral u otros favores.   

Porque en la clase política de nuestra provincia -y es igual en la Nación- este período son diputados, el próximo senadores, después pasan a ministros o intendentes, cuando no son concejales o están en cualquier otro cargo de gobierno.

Desde hace años, los mismos políticos rotan en distintos puestos. Dejan un cargo y asumen otro, sin importar si son idóneos o no para la función que les toca ejercer.

Y después de mucho pensar, llegué a una conclusión, que no sé si es correcta, pero es posible. Son siempre los mismos porque los honestos, los capaces, los que quieren hacer las cosas bien, no se animan. Y entonces, el lugar vacante, lo ocupan aquellos, entre los cuales, muchos son simples oportunistas esperando un cargo para «conchabarse» y calentar un sillón público aunque no sepan nada de lo que están haciendo.

En definitiva, creo que los culpables somos los que no nos metemos, los que nos hacemos a un lado, los que tememos la crítica o la exposición pública. Y como no nos metemos, son otros los que aprovechan.

Claro que entre tantos políticos, algunos son buenos y trabajan para el bien común, pero otros -más de los que quisiéramos- trabajan para sus bolsillos, para sí mismos, no para los demás.
Es que, en definitiva, ellos aprovechan nuestro miedo, nuestro «no te metás», nuestra indecisión para estar en un cargo público para llevar la felicidad a nuestros semejantes. Por esa causa es que siempre son los mismos.

Pero no los culpemos. Más bien mirémonos a nosotros mismos y preguntémonos el porqué son siempre los mismos los que están en los distintos cargos públicos viviendo del presupuesto del Estado, cómodamente sentados en un mullido sillón, con secretarias que les sirven y muchas veces, sin tener el mas mínimo conocimiento de lo que hacen…    o de lo que deberían hacer.

Quizá resida allí, en nosotros, la culpa de qué son siempre los mismos.

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