ROMPE EL SILENCIO, DARIO DENNING : Me estoy comiendo un garrón  soy inocente. Y no maté a mi amigo

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La foto demuestra el día a día de Darío Rubén Denning el único detenido x la desaparición de su mejor amigo Salvador Altamura . Sus días pasan en silencio, oscuridad y humedad, y una simple pregunta que el mismo se hace constantemente ¿Dónde esta mi amigo Salvador Altamura?
Su vida pego un vuelco de 190 grados cuando esa tarde Salvador A. luego de ir a caminar con el, desaparece. Se puede decir que su vida se desmorono totalmente.
Hoy pasa sus días en la biblioteca, estudiando un nivel terciario esperando que en el juicio que se realice en septiembre se encuentre su inocencia. ¿Victima o victimario? El deja bien en claro que en esta situación, es una victima .En sus palabras textuales cuenta «Me mataron en vida» a su vez, afirma que los familiares del desaparecido y su socio y Donato no contaron la verdad…
Entre todas las cosas que vienen pasando y que nos contó Darío D, la que más le adolece es que su hijo fue victima de un ataque sicario sin saber bien en búsqueda de qué o quién lo mando
A continuación, relatamos textualmente las palabras del DD que nos expresó en un encuentro reciente…
«Comentan que yo era pobre y no tenia donde caerme muerto, lo cual una gran mentira que se demostrara en el juicio. Salvador Altamura no trabajaba hacia tres años ,yo no me metía en sus cosas, inclusive le pedí que sacara las cosas del Municipio de Quilmes de mi galpón ya que yo sospechaba que andaba en cosas raras, lo de los prestamos y la usura yo lo sabia…» , lo de los socios tambien
Por otro lado, siguió desmintiendo diversas cuestiones «Yo no le saque un préstamo a el y es inexistente lo de 5 mil dólares que me presto, nunca se realizo. Lo que si es cierto es que yo inicie un proyecto en Pinamar que me salió mal ya que fui estafado y respondí a ese préstamo a Donato Altamura, quedándose con mi galpón y yo sin quisquillar lo entregue, siguiendo con mi amistad con Salvador Altamura…»
También nos cuenta como se dan los sucesos en su detención… «El día que me detienen la fuerza policial DDI me golpea y me ponen un pistola en el pecho, agrediendo e intimidándome completamente. Luego en la comisaria tercera ponen a un supuesto policía encubierto en mi calabozo donde me coloca un cuchillo en la garganta y golpea mi cabeza. Cuando yo me desvanezco este mismo se retira. A todos estos policías los tengo denunciados. Desde que desapareció mi gran amigo lo único que recibí fueron golpes, acusaciones, violencia y el robo de mi galpón y todas mi cosas hasta el día de hoy.» DD
También comenta como fueron las acusaciones y su cotidianidad en la cárcel «Como veras paso mis horas tratando de estudiar e instruirme mucho mas para que cuando salga pueda ayudar a otras personas, como yo, victimas de una mala investigación y acusaciones falsas.
Mis abogados demostraron con pruebas de peritos profesionales, que no soy la persona del video.
Esta tiene mas de 5cm más que yo y no es de contextura robusta como la mia. Acá estoy preso únicamente un video que no prueba absolutamente nada, porque se les ocurrió decir que hay dos tipos de personas; grandes y chicas, y yo estoy en el cuadro de las grandes.»

Por otro lado , otro lado me acusan de provocar un corte de luz esa tarde . Quedo demostrado la misma empresa , que el corte de suministro fue programado la misma
Finaliza expresando su total desconcierto con su situación actual «Es una locura. Yo estoy preso, mi amigo desaparecido y ningún verdadero culpable, se están conformando con una verdad a medias. Yo no tuve nada que ver con su desaparición, estoy pagando algo que no me corresponde.»

Toda la DDI es complice . Falta que me echen la culpa la desaparicion de Lucas Escalantes, Mas le digo Hilario Escalante mas El comisario mayor Francisco Coco Centurion, Salvador Altamura y Donato Altamura eran socios ¿Me vas a decir que nadie lo sabe? No quieren investigar, eso es mejor meter un boludo como yo preso.

Aclaro que mi hijo recibio 17 apuñaladas y le perforaron un pulmón ¿Quién libero la zona?

La investigación judicial dio acreditado que Altamura fue visto última vez el 13 de julio de 2020, aproximadamente a las 17, en las inmediaciones o en el galpón situado en la calle Rodríguez Peña Nº 1210 de la localidad de Bernal, junto al acusado Dening.
Tal consta en los cuerpos del expediente para la fiscal que instruyó el caso, Dening, luego de asesinar a Altamura, a quien conocía de adolescente, tomó la motocicleta de la víctima y se dirigió hacia su departamento ubicado en la calle 25 de Mayo Nº 217, en pleno centro de Quilmes, donde «se apoderó ilegítimamente de una suma de dinero no especificada y un arma de fuego calibre 9 milímetros», propiedad del abogado.
Una de las pruebas que remarcó la fiscalía fue que luego de la desaparición del abogado, Dening adquirió un televisor, dos celulares y se halló un comprobante de pago para un estudio de abogados la cifra de 5 mil dólares es mentira fueron 2 mil dolares y está acreditado que se la prestó la familiar esa Plata.
Y al momento de ser detenido, mientras intentaba ingresar a la provincia de Entre Ríos, el imputado tenía en su poder la suma de 386.662 pesos y 31.500 dólares y vestía una campera que era de Altamura. Ahí también está probado una testimonial que la campera se la entrega un familiar directo en el departamento de Salvador el día que fueron a ver las cámaras.

NOTA; “este medio tiene material que es concurrente con la charla y con las afirmaciones de Dario Denning

“Sabemos que la verdad no existe pero no hacemos otra que cosa buscarla” ¿ PERO LA BUSCAMOS BIEN ?

COSAS QUE LA JUSTICIA PASO POR ALTO , SALVADOR ALTAMURA Y FLIA TRABAJO DE ALTO RIESGO , QUE TE LLENAN DE ENEMIGOS POTENCIALES
Vamos a tener que contar un paralelo de dos vidas para después poder unirlos en un punto en común.
A principio de los años 90, un lado, Salvador un adolescente emprendedor y con ganas de crecer, un ingresante a la carrera de Derecho en la Universidad de Lomas de Zamora, donde conocería en esos años a Claudio Caro, quien le daría “una mano” para que terminara más rápido, (tal es asi que en un año aprobó 12 materias, la mayoría con una calificación de 4 (cuatro)).
Habiéndose recibido en el año 96, rápidamente consigue entrar a trabajar en la empresa Plusmar dónde se encargaba de negociar las mediaciones de los trabajadores que eran despedidos, y empieza a ganar dinero rápidamente. Luego de un tiempo, empieza a cambiar cheques un porcentaje, que quien le comenta sobre esto es su tío, Donato Altamura, hermano menor de su papá Angel Antonio Altamura.
Por otro lado tenemos a Donato, tío de Salvador , más tarde socio, mencionado en el párrafo anterior, quien ya llevaba unos 4 años yendo y viniendo de Italia, para poder trabajar y traer el fruto de su trabajo, eso no tiene nada de malo, el tema es el destino que se le dio a ese dinero o cómo se invirtió. Al principio cumplió uno de sus sueños que era tener un “boliche en la costa”, y asi lo hizo, en la peatonal 2 de Santa Teresita tuvo en el año ’90, Epoge fenomenológica, el cual tuvo una sucursal frente al estadio de River Plate en Av. Figueroa Alcorta N° 7626, CABA. Estos bares los abrió en sociedad con un amigo con el que se conoció trabajando en Italia, y un abogado apodado el “Turco Fefe”, a estas alturas “El Turco” le había enseñado a Donato este tema de “los préstamos contra escritura” y así es que se apoderó de varias propiedades, no sólo en Quilmes y alrededores, sino también en el partido de la Costa, entre ellos una Galería en la esquina de Chiozza y San Bernardo, en San Bernardo y la clínica de Santa Teresita, y un espacio aéreo. ¿Qué tiene que ver Salvador en todo esto? Donato lo tuvo toda esa temporada y las siguientes con él en la Costa, y lo incentivaba para que recibiera para poder tener su “propio negocio” de préstamos, porque claramente, se necesita un abogado para ejecutar las escrituras en caso de falta de pago.


Retomando el hilo de Salvador, a estas alturas ya recibido, y con un tío que tenía un “negocio” funcionando, Donato le propone ingresar y, de paso, mientras Donato estaba ausente (en
Italia), su sobrino le cuidaba “el kiosco” y tenía su participación también hasta que, un préstamo fallido de Salvador, lo dejó tirado en una cama varios meses, hasta que su papá le facilitó una “ayuda” para retomar el negocio y desde ahí no paró más.
Salvador no solamente se dedicó a los prestamos (entre los cuales se encuentran préstamos realizados al Sanatorio Urquiza, del que hoy día es presidente del directorio el Dr. Claudio Caro, si, el que lo ayudo a recibirse y además está imputado en la causa su desaparición haber presentado material apócrifo junto con Donato Altamura), se dedicaba al polietileno, promediando los 2000 compró una fábrica (Latin Pack S.A.) para poder elaborar bolsas, (al igual que había empezado también los ’90 su papá) que un par de años después vendió porque era mucho trabajo para tan poca ganancia… Aunque mientras tenia Latin Pack, ya había constituido GUISANKI S.A. en sociedad con Donato, entre otras… Una sociedad constituida con todas las letras y con la posibilidad de tener grandes ganancias… Consiguieron la concesión de la colocación de antenas para celulares. Guisanki se hizo grande, muy grande y rápido, se movían todo el conurbano, e incluso el interior, las quejas eran incesantes “estos negros que me mandó Hilario (Escalante)”. En esos años se movía mucho dinero, tal es así que para los grandes movimientos, Salvador siempre contaba con “custodia personal”, desde el mismo “Coco” Centurión, hasta algún subordinado que mandaba cuando él no podía…
También, con estos mismos socios, se dedicaron a “buscar” terrenos desocupados (fiscales) en Florencio Varela para lotear y vender, con la ayuda de una persona muy amiga de Salvador que trabaja en la Municipalidad, que facilitaba las ubicaciones. De esta manera, conseguían y loteaban los terrenos, Hilario Escalante conseguia, en tiempo récord el suministro de luz y les vendían los lotes a la policía de la provincia de Buenos Aires, enviados “Coco” a ver su socio. ¿A dónde se realizaban los pagos ya que los lotes eran vendidos en cómodas cuotas? Los “felices” compradores iban a pagar las cuotas al departamento de la calle 25 de Mayo al 200 de Quilmes, donde vivía Salvador. Un departamento que, en un principio luego de su desaparición, era de su tío y Salvador se lo alquilaba, y en enero de este año, sale a la luz de que ese departamento es su papá Angel Antonio Altamura. Al dia de hoy se desconoce el qué se mintió al respecto de su titularidad.
En ese departamento, a los pocos días de desaparecido Salvador, la primera abogada interviniente en la causa, la Dra. Solange Alonso Barnetche, fue amenazada. La situación fue la siguiente: En el departamento se encontraban los padres de Salvador, los tios y la abogada. A Donato le suena el celular, atiende, y comienza a ir del balcón al cuarto de Salvador, estaba muy nervioso porque la abogada le había dicho que había bloqueado el cobro de unos juicios de Salvador, Donato la dijo que tenia que destrabarlos, en pleno llamado Donato le dice a la abogada que querían hablar con ella, le pasa el teléfono, ella pregunta quién es, y Donato le contesta: “Doval”, toma el celular y después de unos segundos, cambia la cara, se pone pálida, traga saliva y devuelve el teléfono sin mediar palabra. Doval la había intimidado pedido de Donato, porque esos cobros que ella bloqueó eran de unos juicios que habían representado en sociedad el Dr. Doval con Salvador. ¿Quién es el Dr. Doval? El abogado de Hilario Escalante. A los días, la Dra. Viendo que a quienes ella representaba no la defendieron frente a tal situación decidió alejarse de la causa.

LA BONAERENSE Y LA CAUSA QUE NOMBRA A HILARO ESCALANTE Y AL COMISARIO MAYOR CENTURION . DOS CAUSAS DIFERENTES , EL MISMO FIN LOS MISMOS NOMBRES

En la jerga policial se lo denomina «cortito». Consiste en cruzar a una víctima, subirlo a un auto y exigirle dinero a cambio de no armarle un causa. «Es algo exprés», le detalla un ex policía. No a cualquiera se le hace «un cortito». Los damnificados suelen ser narcotraficantes, ladrones o comerciantes ilegales. Sera este el caso …..O nos conformamos con la verdad , que nos dibujan

Lautaro y Lucas, desaparecidos en Florencio Varela: el caso

Lucas fue visto última vez el viernes 9 de diciembre en la localidad de Bosques, partido de Florencio Varela, cuando pasó a buscar a Lautaro para salir a festejar el triunfo de la Selección Argentina ante Países Bajos las semifinales del Mundial de Qatar a bordo de un auto BMW, que al día siguiente apareció incendiado.

El cuerpo de Morello fue encontrado cerca de las 21.30 del jueves 15 a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón, recostado boca abajo, «semicalcinado y en avanzado estado de descomposición» y, según la autopsia, la muerte se produjo «asfixia mecánica«.

De acuerdo con la investigación, el último destino en el que quedó acreditado que estuvieron Lucas y Lautaro fue la casaquinta del comisario mayor Centurión, en la localidad de Bosques.

Días atrás, a pedido del fiscal Ichazo se realizó un allanamiento en esa casaquinta en la que fueron hallados rastros de sangre y restos de elementos quemados que, ahora, están siendo analizados.

Los Centurión fueron detenidos tras el análisis de cámaras de seguridad y de antenas de telefonía celular, ya que en una grabación de una estación de servicio de Florencio Varela se ve a Cristian cerca de las 0.30 del 10 de diciembre cargando nafta en un bidón blanco que se sospecha pudo haber sido empleado para incinerar el auto de Lucas y el cadáver de Lautaro.

Una de las hipótesis que se investigó fue que los dos imputados detenidos el caso les ofrecieron a las víctimas vales de nafta gratuitos como método para atraerlas, y a raíz de esa sospecha fueron incorporados una serie de audios que los incriminan.

El comisario mayor Francisco “Coco” Centurión hizo carrera en la Policía Bonaerense, estuvo a cargo de una delegación de Drogas Peligrosas y ascendió hasta actuar como enlace de la Interpol, con oficina en el primer piso de la Comisaría 1ª de Quilmes, desde donde tenía jurisdicción sobre el Conurbano sur.

Está siendo investigado porque su casaquinta de Florencio Varela fue el último destino de dos jóvenes, uno de los cuales fue torturado, estrangulado e incinerado (Lautaro Morello), mientras el otro continúa desaparecido (Lucas Escalante). Los indicios son tan determinantes que en la semana de aquel 10 de diciembre fueron allanadas sus propiedades y apresados su sobrino y su hijo recién recibido de policía.

Tres meses después, el 15 de marzo, se le secuestró el auto que tenía asignado, un Etios blanco nuevo, al que sin embargo le había cambiado parte del tapizado y el asiento trasero, algo que no registró en el libro de novedades. Identificado el taller actuante, se le secuestró el teléfono al mecánico. En cambio, cuando se le requirió el celular a Centurión, el mayor se negó a entregar las claves, lo que la Policía Científica Federal encaró su apertura forzada.

El lunes de la semana pasada nuevamente su quinta fue allanada. Esta vez, parte de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina, que recabó pruebas científicas, tomó muestras en una parrilla en la que –según testigos– se realizó una fogata el día del crimen, a la vez que halló sangre, la que es analizada para determinar si tiene relación con la causa o pertenece a unos perros enterrados.

No obstante, Centurión ve cerrar un cerco donde –además de sus familiares– ya cayeron detenidos un oficial que lo asistía y un comisario amigo. Para colmo, esta semana oyó al abogado querellante decir que pueden ir presos tres policías más, justo después de que el martes tuviese que declarar en la causa el máximo jefe de la Bonaerense, comisario general Daniel “Fino” García. Este mismo fue custodia de Salvador Altamura .. prestamista desaparecido ..

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