La trabajadora del Hospital Iriarte dirige su denuncia hacia su compañera Guzmano Mercedez violencia y acoso laboral.
Por lo cual la dirección médica decide cambiarla de lugar pero hay varias cosas a tener en consideración que no se realizaron correctamente; toda notificación debe tener la firma del director ejecutivo, cosa que en el hospital no hay, solo está la firma digital de directores asociados.
A la denunciante en cuestión la cambian de puesto después de 34 años de servicio a cumplir tareas administrativas en vacunación, la cual no pudo realizar debido a que es jefa del servicio de estadísticas del hospital lo cual terminan sacándola, Jonatan Confino, secretario de salud, se jacta con alegría de haber corrido a la jefa de estadísticas.
Esto es una cuestión meramente política debido a su posición radical y opositora. Deciden emplear a personas ineptas antes de preservar a buenos trabajadores con una gran trayectoria, solamente su posición política, siendo que dicha trabajadora no exponía con frecuencia su posición.
La denunciante tiene miedo la peligrosidad de la compañera, cómo dice la denuncia, es una persona psiquiátrica y es preocupante la persecusión hacía los distintos empleados y sectores del hospital.
A su vez hay asesoras que no se sabe cuál es la función que tienen y está lleno de empleados el hospital que sin embargo no cumplen con su tarea. Son puestos que se ponen política y que no sirven, afectan al paciente.
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